Para elaborar este vino singular seleccionamos el fruto de unas antiguas parcelas de macabeo cultivadas en vaso sobre suelos calizo-arcillosos y orientación este-oeste que garantizan una correcta maduración. Su color ambarino característico y diferencial se debe a una elaboración tradicional sin extracción previa y con remontados por un periodo aproximado de 15 días. Este proceso le aporta al vino además de su color, un contenido tánico superior al habitual de un vino blanco. Este vino no esta filtrado y por ello puede observarse cierta turbidez natural en su color.